jueves, 10 de mayo de 2012

Saturan con spots las pantallas de cines

PAN, PRI y PVEM, principalmente, inundan las pantallas de las salas de cines para difundir propaganda electoral, exhibiciones que no están sujetas al monitoreo del Instituto Federal Electoral (IFE), pero sí deben formar parte de sus gastos de campaña.

Expertos en mercadotecnia y publicidad consideran que los partidos encontraron una gran ventana para difundir sus spots, ya que los cines cuentan con una audiencia cautiva, segmentada, con 100% de atención en la pantalla.

Además, la mayoría de los asistentes son jóvenes, por lo que, aseguran, los mensajes influyen principalmente en los indecisos.

El consejero del IFE Lorenzo Córdova explica que se trata de una propaganda lícita, aunque debe reportarse como gastos de campaña, igual que los espectaculares y la publicidad estática.

La autoridad electoral podrá intervenir y exigir el retiro de alguno de esos anuncios en caso de existir “denigración o calumnia”, agregó Córdova.

De acuerdo con tarifas comerciales, la difusión semanal de un anuncio en Cinépolis, con 2 mil 400 salas en el país, cuesta casi 21 millones de pesos.

CINÉFILOS, HARTOS

Para Joselín, Rubén, Carolina y Adrián, ir al cine pasó de la diversión al hartazgo, pues antes de que inicie la función tienen que soportar una cascada de cinespots de los partidos políticos.

Estos jóvenes dicen que desde hace unos meses los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) han inundado la “pantalla grande” con su propaganda electoral.

Los partidos contrataron espacios publicitarios que comparten con comerciales de refrescos de cola, anuncios de autos, compañías de telefonía y los próximos estrenos cinematográficos, mismos que no están sujetos al monitoreo del Instituto Federal Electoral (IFE), pero que sí forman parte de sus gastos de campaña.

Según tarifas comerciales consultadas por EL UNIVERSAL, si una marca desea contratar en una cadena cinematográfica, —por ejemplo Cinepolis, líder en el sector con más de dos mil 400 salas en todo el país—, la difusión semanal de un cinespot, le cuesta 21 millones de pesos aproximadamente.

Arturo Huerta, experto con más de 25 años de trayectoria en investigación en mercadotecnia y publicidad, comenta que los partidos encontraron una gran ventana para difundir su propaganda, porque una de las grandes ventajas de los “cinespots” es que se cuenta con una audiencia cautiva, segmentada, con ciento por ciento de la atención en la pantalla.

“Comienzan antes de que inicie la función y el impacto que tienen es más grande porque la gente no piensa en otra cosa más que en ver la película. No se pierde, como en casa, donde puede cambiarle al canal de televisión o a la estación en la radio”, apunta el también presidente de la Confederación de la Industria de la Comunicación Mercadotécnica (Cicom).

El experto señala que la mayoría de las personas asiduas al cine se encuentra dentro del segmento de la población joven, incluso adolescentes, por lo que considera que este medio de comunicación tendrá gran influencia, sobre todo con los indecisos.

“Influirá... porque no vivieron las experiencias atrasadas del PRI. Han visto un poco del PAN, pero realmente son ellos (los indecisos) los que pueden decidir gran parte de la elección”.

Cifras de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine) señalan que en el país hay cinco mil 138 salas, que registran una asistencia semanal de tres millones 482 mil personas en promedio.

- Cuentan como gastos de campaña

En un mes, el promedio de asistencia es de 13 millones de personas que visitan una sala cinematográfica, es decir, ese mismo número de personas han visto un “cinespot” de los partidos políticos.

Lorenzo Córdova, consejero del IFE, explica que los cineminutos o “cinespots” no están regulados en estricto sentido como la radio y la televisión, en los que está prohibida la contratación de propaganda electoral por parte de los partidos políticos a terceros.

“Forman parte de la propaganda lícita, aunque tienen que reportarse como gastos de campaña. Igual que los espectaculares, que la publicidad estática (en parabúses) y demás, deben estar amparados, como lo establecen las normas de fiscalización, por contratos específicos y por facturas que respalden la operación comercial”.

El consejero electoral precisa que sólo en el caso de que el contenido de alguno de estos cinespots hubiera “denigración y calumnia”, la autoridad electoral podría intervenir con su retiro, porque la ley establece que toda expresión que implique denigración o una calumnia es ilícita.

Córdova, integrante del Comité de Radio y Televisión del IFE, comentó que con las modificaciones a la norma electoral, la contratación de actores o la realización, edición de spots o cineminutos, todo eso tiene que reportarse a la autoridad electoral.

Incluso —agrega— las “donaciones” están sujetas a ciertos límites, pues toda aportación en especie es traducida por el IFE en pesos y centavos para verificar que no haya un rebase de los topes de campaña.

- Los testimonios

Joselín dice: “He visto varios spots del PVEM sobre vales para medicinas y el de cadena perpetua, a veces (antes de la función) pasan varios”.

Rubén, de 24 años, comenta: “A mí no me gusta esperar para ver la publicidad y menos de partidos políticos, antes del inicio de la película”.

“Yo voto por Peña Nieto, le voy al PRI, pero los del Verde se me hacen exagerados, porque en realidad nunca van a aprobar la pena de muerte”.

Víctor Escobar, de 30 años, dice: “Para mí son incómodos, porque deberían de decir las cosas claras”.

Escobar expresó: “Yo no estoy de acuerdo en que utilicen a artistas como Andrea Legarreta o Raúl Araiza para convencer de algo, cuando en cuestión de seguridad y ecología seguimos mal”.

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